¿Qué es el amor?
"Creemos que el amor romántico es una forma desarrollada de una de las tres redes primarias del cerebro que evolucionaron para dirigir la reproducción en los mamíferos", declara la investigadora Helen Fisher de la universidad de Rutgers en New Brunswick, Nueva Jersey. Ella y sus colegas Arthur Aron y Lucy Brown llegaron a la conclusión de que el sistema de circuitos del cerebro para el vínculo macho-hembra se desarrolló para permitir a los individuos permanecer con un compañer@ suficiente tiempo para completar las tareas de crianza especificas de la especie". Pero ¿y los que no quieren o pueden procrear?
Para quienes no complazca esta descripción científica del amor tenemos también la definición que Sara Noriega, personaje del Amor en los tiempos del cólera, hace sobre el amor:
"En la plenitud de sus relaciones, Florentino Ariza se había preguntado cuál de los estados sería el amor, el de la cama turbulenta o el de las tardes apacibles de los domingos, y Sara Noriega lo tranquilizó con el argumento sencillo de que todo lo que hicieran desnudos era amor. Dijo: Amor del alma de la cintura para arriba y amor del cuerpo de la cintura para abajo".
En el nombre del amor
Independientemente de la explicación neurobiológica o literaria, el amor ha acompañado al ser humano en su evolución y se ha ido adecuando a su tiempo y entorno.
Abordemos las variantes del amor en el siglo XXI
Amor solitario
Cada vez más mujeres deciden permanecer solas, porque la vida les da la elección de poder buscar en una pareja no sustento económico y social sino calidad emocional, afectiva e intelectual. Las nuevas solteras rompen estructuras sociales y morales, deciden estar solas por "amor a sí mismas", sentimiento "egoísta" que para una gran cantidad de mujeres aún es impensable.
Falta aún mucho camino que recorrer para asumir ser soltera y no solterona, María Antonieta Barragán, autora de Soltería: elección o circunstancia (Norma, 2003), opina al respecto que "a las nuevas solteras les va a costar mucho encontrar un compañero, pero no por eso tienen que vivir con un sentimiento de culpa. Deben pensar que pertenecen a una nueva generación de mujeres modernas que elevan sus expectativas de calidad de vida. Pueden encontrar un compañero, pero es difícil porque la estructura de la masculinidad todavía no se ha movido"
Amor sin género
Sin necesidad de estar conformados como matrimonios las parejas homosexuales se han constituido como relaciones maduras y más pendientes de intentar una relación con mayor consistencia de igualdad, que las heterosexuales.
Según los primeros estudios de seguimiento publicados sobre relaciones homosexuales de John Gottman, profesor honorario de psicología de la Universidad de Washington, las relaciones gays y lésbicas parecen ser marcadas por lo que Gottman llama "el triunfo de las emociones positivas sobre las emociones negativas".
"Gays y lesbianas son más afectuosos y amistosos y menos beligerantes. Se percibe repetidamente en sus discusiones, y puedes ver cómo el compañero/a está recibiendo el mensaje que se está tratando de comunicar. A su vez, su pareja está permitiendo ser influenciado/a de una manera positiva. Con los matrimonios heterosexuales una discusión es mucho más una lucha de poder con alguien que resulta invalidado".
Estos datos sugieren que los matrimonios heterosexuales pueden aprender mucho de las parejas gay pero sobre todo que la sociedad necesita reconsiderar su política de las relaciones de pareja.
Si bien en algunos países ya es posible la convivencia legal de personas del mismo sexo, en países como el nuestro legislar a favor de las personas que han expresado su deseo de vivir "en convivencia" independientemente de su orientación sexual sigue causando controversia. Citaré a la escritora Sara Sefchovich: "debemos exigir que se legisle por una sociedad en la que quepamos todos y todas".
Amor humano…divino amor
El VIH/SIDA, sacó de entre las sábanas el tema de la sexualidad humana y lo hizo accesible a tod@s. Hablar de condones colocados antes de la relación coital fue posible en charlas de café y aún en la mesa familiar para apoyar o satanizar esta medida de prevención. Cuando salió a la luz pública que la vía sexual era la principal fuente de infección del VIH, también se hizo patente que las personas tenían relaciones sexuales, a pesar de lo que creyeran las "buenas conciencias", pues el ayuntamiento carnal no se limitaba a la procreación. Por fin se podía hablar en voz alta sobre sexualidad.
Se habló de educación sexual, de diversidad sexual, de la relación sexual como expresión de amor, del auto cuidado como expresión de amor a uno mismo. Después de ese doloroso encuentro con nuestra sexualidad creo firmemente que el amor en los tiempos del VIH/SIDA es amor responsable: el amor a la vida.
Al sacudirnos los estereotipos del amor creados por la mercadotecnia, podremos entonces descubrir lo que realmente es: "EL amor es un nudo en el que se atan, indisolublemente, destino y la libertad. El amor es la aceptación voluntaria de una fatalidad. Poesía, erotismo, amor, predestinación y libertad, pasión y sosiego Oriente y Occidente". Octavio Paz, La llama doble (1993)
Por Irma Remedios Pérez Varela / Periodista y sexóloga